SL Benfica preparó el Clássico como una celebración por el título de liga y acabó siendo superado en casa por su máximo rival. FC Porto fue el mejor equipo y mereció una victoria que llegó tras remontar con los goles de Uribe y Taremi. El delantero iraní silenció un estadio da Luz que no presencia una victoria local en la rivalidad desde 2018. El conjunto portista recorta la distancia a 7 puntos, la liga sigue pareciendo un objetivo lejano, pero dieron un paso adelante para asegurar el segundo lugar que da acceso a la fase de grupos de la Champions League ante la persecución del Braga y Sporting CP. Los encarnados no tendrán tiempo para lamentos, el martes reciben al Inter de Milán para la Champions League. Una gran oportunidad para resarcirse ante su público.
Ambiente bullicioso en un lleno estadio da Luz preparado para un Clássico determinante para la Liga Portugal. El partido para la coronación del SL Benfica o el nuevo capítulo del FC Porto conquistando el estadio rival, en esta ocasión para mantener viva la última esperanza por el título. Las águilas llegan volando en una fantástica temporada con una ventaja de 10 puntos, los dragones inestables con algunas crisis internas y dudas en el estado físico de la mayoría de los titulares. Los rivales SC Braga y Sporting CP atentos al resultado que influirá en la pelea por el acceso directo a la fase de grupos de la UEFA Champions League.
La primera parte fue de dominio portista, aunque fueron los locales quienes inauguraron el marcador con la ayuda de la fortuna. Llegada de Bah, más tarde salió lesionado, hasta línea de fondo cuyo centro remata Gonçalo Ramos al larguero. La suerte hace que el rebote golpeé en la espalda de Diogo Costa para el gol en propia. Porto mantuvo el dominio del balón, aunque no lo tradujo en peligro ante la comodidad del Benfica. Las únicas ocasiones fueron evitadas por António Silva y Pepe, futuro y pasado de los centrales nacionales, con dos cortes providenciales dentro del área. En la recta final el equipo de Sérgio Conceição agitó el partido. Primero con un gol anulado a Manafá por falta de Taremi sobre Odysseas y antes del descanso con el empate: Pepê asiste con el pecho dentro del área para el disparo de Uribe. En el descuento todavía hubo tiempo para la remontada, pero el gol de Galeno fue anulado por el VAR por un fuera de juego de 6 centímetros.
La remontada llegó en la segunda parte en una jugada aislada. Balón largo que la defensa benfiquista es incapaz de despejar y aprovecha Taremi para marcar desde fuera del área. Gran gol que Taremi y Otávio celebraron señalándose el escudo de vigente campeón nacional. La desventaja en el marcador motivó la reacción encarnada que fue subiendo en el partido asumiendo el dominio, el primer intercambio de roles del partido. Mientras el conjunto benfiquista era incapaz de rematar, Taremi tuvo una clarísima ocasión para aumentar la ventaja. Contraataque del delantero iraní que desperdicia tomando la peor decisión dentro del área, su pase de la muerte le queda atrás a Wendell. Los encarnados no tuvieron un plan alternativo para dar vuelta al marcador y se ahogaron ante la solidez defensiva de un rival más intenso en el partido.
Sérgio Conceição le ganó la batalla táctica a Roger Schmidt. El técnico alemán repitió el once habitual, pero esta vez con un planteamiento demasiado conservador que le acabó castigando. El principal problema fue no aprovechar la tendencia favorable del contexto de partido y ceder el dominio ante un trabajado rival. El lateral Bah, salió lesionado, fue el único que participó en el ataque encarnado. Gonçalo Ramos quedó aislado y dominado por los centrales rivales. João Mário y Rafa Silva estuvieron desaparecidos, Grimaldo apenas participó y la entrada de Gilberto, así como los cambios ofensivos, no tuvieron impacto. Los portistas, pese a todos sus problemas físicos, fueron el equipo más intenso y los únicos que mostraron intención de vencer.
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