Portugal se enfrentará a Bélgica en octavos de final de la UEFA EURO 2020 tras sobrevivir en el Grupo F, apodado grupo de la muerte. La selección lusa, viegente campeona de la eurocopa, son los máximos vencedores de Europa tras vencer la primera edición de la UEFA Nations League. Durante la fase de grupos Fernando Santos ha hecho cambios tácticos en los tres partidos con el objetivo de encontrar el mejor sistema para sus jugadores. Aunque parece haberlo encontrado, el cuero técnico deberá preparar a exhaustivamente el duelo ante la selección belga porque son muy similares a Alemania que goleó y expuso todas las debilidades lusas con un partidazo de Gosens. Recuerda que puedes seguir todos mis análisis de la #EURO2020 en mi cuenta de Twitter.
Portugal cuenta con una lista de jugadores de mucha calidad y asentados en clubes élite dentro del fútbol europeo, eso sumado a los primeros títulos en la historia de la selección convierten a esta generación en la etapa más dorada del fútbol portugués. Sin embargo no todo lo que reluce es oro, la selección lusa tiene varias debilidades muy significativas que son su primer enemigo, Alemania las explotó durante su goleada y aunque Fernando Santos corrigió la formación, deberá trabajar en el planteamiento ante Bélgica, su rival en octavos de final, porque son una selección similar a Alemania y en la ronda de eliminatorias cada error se paga caro.
Para entender el problema táctico de Portugal primero hay que conocer su origen. Las convocatorias de la selección arrastran el mismo problema durante la última década: la falta de un delantero goleador. La figura de Pauleta o Nuno Gomes, dos grandes goleadores, queda lejos y las nuevas generaciones han fallado en completar esa posición. Durante años Hélder Postiga y Hugo Almeida fueron la alternativa pero nunca acabaron conveciendo, desde entonces Liédson, Nélson Oliveira, Éder (siempre será recordado por su golazo para vencer la UEFA EURO 2016) o Paulinho han fracasado en su intento de ser el 9 de la selección. Por suerte el nuevo rol de Cristiano Ronaldo como delantero centro ha ocultado este problema, pero con su retiro cada vez más cerca es momento de buscar una solución. El futuro pasa por André Silva, goleador de la Bundesliga peleando con dos titanes como Lewandowski y Haaland, pero que actualmente no tiene espacio más allá de los últimos minutos de cada partido. La explicación es lógica, con Cristiano Ronaldo como punta la selección necesita delanteros más móviles como Diogo Jota para complementar al capitán. Tácticamente existe la necesidad de un delantero centro que aporte una salida rápida y directa, fije a los centrales rivales y además sea una amenaza en el juego áereo. Y su labor es muy importante.
Otra de las dificultades en las convocatorias es la ausencia de extremos puros. Tradicionalmente Portugal siempre ha presentado una formación 4-3-3, bajo este sistema los extremos adquieren mayor importancia. El primer argumento es lógico, si existe un delantero centro pero no hay jugadores que consigan centrar no habrá goles. Además el extremo tiene esa función natural de abrir el campo, muy útil sobre todo contra defensas cerradas y la nueva dinámica de 5-3 que estamos viendo en esta eurocopa y que Hungría presentó en la primera jornada, y sobre todo de desmarcarse a la espalda de la defensa. Por último tienen la habilidad única de encarar, regatear y superar el duelo uno a uno y generar situaciones de peligro. Durante años el fútbol portugués ha sido cuna de grandes extremos como Simão, Figo, el joven Cristiano, Quaresma o Nani que han sido muy importantes en las grandes actuaciones de la selección en torneos internacionales. Sin embargo, actualmente también existe una carencia de extremos en la selección y el último impacto que recuerdo fue el de Varela con su gol en la EURO 2012. Por el camino se han caído promesas como Guedes, Gelson Martins, Bruma o Daniel Podence que no han conseguido asentarse ni siquiera en las convocatorias por su irregular rendimiento. La cuenta pendiente es la ausencia de Pedro Neto por una lesión de gravedad.
Bajo estos dos condicionantes y atendiendo al perfil de los jugadores, la táctica utilizada se basa en la fortaleza del medio de campo y en contraataques rápidos. Para crear peligro por banda se exige la subida de los laterales, lo que provoca su cansancio pero sobre todo deja huecos en la defensa. La idea del seleccionador para defender esas debilidades fue colocar un doble pivote defensivo formado por Danilo Pereira y William Carvalho, bastante excesivo y que finalmente ha sido contraproducente. Antes de iniciar la eurocopa avisé del problema que presentaba esta formación táctica, la débil Hungría no fue un peligro pero despues Alemania con un enorme y participativo Gosens evidenció esa debilidad con una goleada dominante.
Analicemos el problema porque Bélgica, rival en octavos de final, presenta un estilo de juego muy similar a los alemanes. El problema defensivo comenzó con el doble pivote escalonado, sin un extremo que ayude en tareas defensivas al lateral, William Carvalho ejercía una presión adelantada y Danilo Pereira se mantenía por detrás. Evidentemente los fundamentos tácticos del fútbol obligan al equipo defensor a bascular a la zona con balón, pero esta táctica provoca que el lateral del lado contrario ocupe una posición muy central con el evidente enorme hueco que deja a sus espaldas. Para agravar el problema, la ausencia de extremos y la sobrepoblación en el medio provoca que el lateral del lado contrario se encuentre totalmente solo ante un ataque rival. Si el equipo rival está bien trabajado cambiarán el juego a la otra banda que está más despejada y encontrará muchos espacios para generar peligro. Una vez eso suceda, la defensa se verá obligada a correr por detrás del balón mientras bascula dejando libertad en su espalda que será aprovechada por el lado que inició el ataque. Y así sucedieron los goles de Alemania, Gosens está acostumbrado a este sistema al jugar en la Atalanta y encontró un regalo proveniente del cuerpo técnico luso. Todos los goles siguieron un patrón similar, se incia el ataque por el lado derecho con un Kimmich como carrilero más conservador, se cambia para que Gosens penetre hasta línea de fondo y los atacantes del lado derecho, que repito inician el ataque, entran a la espalda de la defensa para rematar a gol. Un gol tan sencillo como fácil pero que Portugal no pudo frenar, e incluso Alemania tuvo la oportunidad de hacer la jugada inversa acabando con el gol de Gosens.
Nélson Semedo fue el jugador señalado aunque acabamos de demostrar que el problema fue estructural, más allá de su mejor o peor rendimiento. Lo cierto es que el lateral tiene una difícil misión en suplir al titular Cancelo, y el convocado Dalot no está preparado para enfrentar partidos de esta dimensión además de su agotamiento físico, viene de ser subcampeón europeo sub-21 contra Alemania. El otro problema de esa formación fue ofensivo y quedó demostrado en las dos primeras jornadas. Ante Hungría fue esencial el juego por bandas con Guerreiro y Rafa Silva, ambos protagonistas en los goles, y ante Alemania se mostró la carencia provocada por la formación. Sin participación ofensiva de los laterales, bastante apurados con frenar los ataques alemanes, el ataque se reduce a contraataques rápidos como en el primer gol o alguna conexión entre los jugadores creativos del medio que nunca llegó a suceder. De hecho la ausencia de Bruno Fernandes ha sido notable y perjudicial para la selección, nadie duda de su calidad pero bajo este sistema se ha visto reducido a un jugador sin impacto y prescindible. La compañía de un doble pivote defensivo no le ayuda.
Conocido el problema es momento de encontrar la solución, e igual que se criticó a Fernando Santos por ser incapaz de frenar a Alemania hay que reconocerle su acertada reacción para el decisivo partido contra Francia con un empate que le clasificó a octavos. La primera medida era una decisión obligada, deshacer el doble pivote (además que William Carvalho había llegado fuera de ritmo) y dar entrada a Renato Sanches. Hace cinco años era un joven jugador que irrumpía con fuerza siendo clave en el título europeo, desde entonces su carrera fue en descenso pero ha mostrado ser el jugador necesario para Portugal. Primero por su trabajo defensivo y ser un pulmón físico, ayuda a anular el centro del campo rival y apoya al lateral. En ataque es un jugador vital por la energía que aporta y su perfil box-to-box que ayuda a crear superioridad en campo rival. La otra decisión también era evidente, retirar a un desaparecido Bruno Fernandes por la calidad, veteranía, inteligencia y regularidad de João Moutinho. El único pero que se le puede achacar a uno de los jugadores con más partidos internacionales es su resistencia física, es uno de los cambios obligados para la segunda parte. Con el medio campo renovado, la única incógnita sigue siendo el pivote defensivo. Fernando Santos continúa apostando por Danilo Pereira, pero tras su golpe en el penalti sufrido, João Palhinha mostró ser el ideal para el puesto. Llega con la confianza de ser campeón nacional, su trabajo defensivo es más intenso con varios robos de balón al corte y con el balón en los pies mostró mejores habilidades, primero en los pases lejanos con varios cambios de juego precisos y luego sin pérdidas de balón, incluso se permitió el lujo de hacer un túnel a Pogba.
Con este once titular además quedan varias alternativas y soluciones desde el banquillo. Primero el revulsivo de Rafa Silva, su velocidad y desmarque, para crear situaciones de gol. Para refrescar el medio del campo tiene jugadores de distinto perfil: Danilo Pereira para tareas defensivas (si se decide iniciar a Palhinha, sino viceversa), Rúben Neves para suplir a Moutinho, Sérgio Oliveira para dar más consistencia y solidez al medio, y por último, la calidad y creatividad de Bruno Fernandes que partiendo como suplente puede ser un jugador importante. Si el resultado es adverso queda André Silva para el juego aéreo en la busca del gol o la entrada de otros delanteros como João Félix y Gonçalo Guedes. No podemos olvidar tampoco a Pedro Gonçalves, el mejor jugador de la Liga NOS, un mediocentro con mucha llegada y gol -pichichi de la liga- que sigue esperando su estreno. El resto del equipo es indiscutible: Rui Patrício sigue demostrando ser uno de los mejores porteros mundiales y se merece más reconocimiento, Guerreiro es un lateral idóneo para el sistema luso y la pareja de centrales formada por Pepe y Rúben Dias es una de las más sólidas del torneo.
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