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La historia de Marivaldo Francisco da Silva, Premio a la Afición de la FIFA

Written By Juan Carlos Rodríguez dos Santos on sábado, 19 de diciembre de 2020 | 16:30

La entrega de los galardones The Best FIFA Football Awards™ coronó la gran temporada de Robert Lewandowski con el The Best al Jugador de la FIFA rompiendo el duopolio entre Cristiano Ronaldo y Leo Messi, en el fútbol femenino el reconocimiento fue para la defensa Lucy Bronze. Durante la ceremonia, celebrada virtualmente desde la sede de la FIFA en Zúrich y que personalmente pude asistir a la posterior conferencia de prensa como acreditado por la FIFA, hubo otros premiados de reputación internacional como Jürgen Klopp, Manuel Neuer, Sarina Wiegman, Sarah Bouhaddi o Son Heung-min, en la lista de premiados aparece un nombre desconocido como el de Marivaldo Francisco da Silva que fue vencedor del Premio a la Afición de la FIFA como mejor aficionado del mundo. Sigue leyendo para conocer más sobre su inspiradora historia.

FIFA © Getty Images
Marivaldo Francisco da Silva no pudo contener la emoción cuando escuchó su nombre como vencedor al premio como mejor aficionado, un reconocimiento internacional a su amor por el Leão en el día más feliz de su vida. El hincha brasileño no se pierde ningún partido de su equipo, hasta aquí podría ser la historia de cualquiera, la diferencia es que entre Pombos, donde vive, y el estadio Ilha do Retiro hay 64 kilómetros distancia que recorre caminando en casi 12 horas. Un viaje que hace desde 2017 y desde entonces no se ha perdido ningún partido e incluso durante la pandemia del coronavirus y con el estadio cerrado para el público, Marivaldo cruzó tres ciudades para el clássico das multidões contra el Santa Cruz. Su historia está acompañada por la generosidad del club y la gente que le ha permitido cumplir su sueño, incluso le regalaron un móvil -Marivaldo no tenía- con el que se grabó su emocionante reacción cuando fue anunciado como el ganador del premio:


Marivaldo es aficionado al Sport desde su nacimiento y siempre ha asistido a los partidos aunque su caminata era más corta cuando vivía en Olinda y solo tardaba tres horas. Su vida, que resume a su madre y el Sport Club do Recife, cambió cuando hace 12 años se mudó con su madre a Pombos cumpliendo el sueño de ella. Desde entonces acudía a los partidos en autobús hasta que en 2016 perdió su trabajo y no tenía recursos para comprar los billetes del viaje, comenzó a rezar a Dios y pensó "Dios me dio dos piernas, salud, disposición..." y desde principios de 2017 comenzó su caminata a los partidos equipado con una mochila de cuerdas en la que guarda un impermeable para la lluvia, una gorra para el sol, agua y un par de galletas. Sale de casa por la mañana y llega a Ilha do Retiro por la noche, a veces comienza su maratoniana trayectoria un día antes para vivir el ambiente del Club, ir a partidos de otras modalidades o respirar el aire de Recife.

Tampoco tiene dinero para las entradas de los partidos pero siempre ha encontrado a alguien que se ofrecía a comprarle una entrada. ¿Y el regreso? A veces la generosidad de la gente también se extiende a llevarle en coche pero la mayoría de las veces regresa andando. Pasa la noche en un supermercado abierto las 24 horas donde descansa en un banco y conversa con los empleados, hasta les ayuda en ordenar los carritos para pasar el tiempo. Con el amanecer inicia su viaje de vuelta que disfruta más si su equipo ha ganado.

Su historia saltó a la fama el año pasado con un reportaje televisivo en Globo, desde entonces la gente comenzó a reconocerle, tenía más ofrecimientos para llevarlo a casa y el Sport le regalaba las entradas para los partidos. Con la nominación al premio de la FIFA su popularidad ha estallado y la gente le pide fotos y le ofrece regalos como zapatillas de deporte, equipación, una bicicleta... Su origen humilde le convierten en una persona muy agradecida con todos los detalles que está viviendo pero nunca lo hizo por fama sino por amor al Sport. Para Marivaldo "el Sport es mi razón de vivir y realizo las caminatas con todo el placer del mundo, sin sentir cansancio. Es una  cuestión personal. Me gusta y me siento bien. Mucha gente lo confunde con alguna promesa o esas cosas, pero no es así. Lo hago con naturalidad." Comenzó a caminar porque mucha gente tenía coche pero no le ofrecían viaje y ahora pretende declinar muchas de las ofertas para seguir con su tradición. 

El club rojinegro también ha sido generoso con su ilustre aficionado que se ha convertido en un icono y ejemplo de amor al equipo. La semana pasada le informaron que saldría en pantalla durante el directo y que necesitaba un traje por las normas de vestimenta de la FIFA, el pánico se apoderó de él pero la institución le apoyó. Le alojaron en un hotel de Recife y le consiguieron un traje y un corte de pelo, el club organizó todo para ver la ceremonia desde las instalaciones del club donde escuchó su nombre como vencedor del premio. En su regreso a Pombos fue recibido como un héroe por amigos y autoridades del municipio que le esperaron en la gasolinera de la entrada de la ciudad con fuegos artificiales y banderas del Recife a un Marivaldo que llegó en coche ataviado con indumentaria del club y acompañado por periodistas. 

La vida de Marivaldo Francisco da Silva, de 48 años y de una familia con pocos recursos económicos, ha estado llena de problemas pero siempre ha mantenido una actitud positiva. En una entrevista a la FIFA recordó su difícil niñez aunque eso no impidió que fuera feliz "cuando era niño siempre tenía hambre pero siempre estaba feliz. Puede que la gente se fije en mi vida y piense: ‘Eres pobre, no tienes nada, no has hecho esto o lo otro; debes de ser un infeliz’. Pero soy una persona sencilla, y siempre he sido feliz”. Su felicidad fue enorme cuando fue nominado al premio y su victoria han convertido la ceremonia en "el día más feliz de su vida".

La historia del brasileño superó en votos a los otros nominados: el filántropo escocés James Anderson quien donó varios millones en apoyo al fútbol juvenil y femenino, y a las aficiones colombianas que apartaron sus rivalidades para colaborar repartiendo alimentos a las personas necesitadas durante la pandemia de la COVID-19. Es el según año consecutivo que se premia de forma individual a un aficionado brasileño luego que en 2019 fuera premiada Silvia Grecco, una aficionada a la Sociedade Esportiva Palmeiras que asiste a los partidos con su hijo Nickollas, ciego y autista, al que le narra los partidos del Verdão. El resto de ediciones fueron premiados aficiones como conjunto, Borussia Dortmund y Liverpool en 2016, Celtic en 2017 y Perú en 2018.

Desde aquí mi máximo reconocimiento a la pasión de Marivaldo Francisco da Silva cuya historia es la esencia del fútbol. Una lección de vida, de superación y felicidad pero sobre todo de sacrificios en su amor al Sport Clube do Recife. Su falta de recursos no le han privado de seguir a su club al que considera su vida junto con su madre. Mientras el fútbol avanza en una imagen más artificial para generar ingresos, la historia del aficionado brasileño nos recuerda los orígenes y la base del fútbol. Porque el fútbol nunca será solo fútbol, está lleno de sentimientos como la pasión y felicidad que transmite y son indescriptibles, por eso la historia de Marivaldo merece más reconocimiento y titulares. 
 
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