Los Dallas Cowboys llegaron a Los Ángeles llenos de fuerza tras su victoria en la Ronda Divisional (24-22 sobre los Seattle Seahawks). Los Rams lucían como favoritos pero solo pudieron anotar con dos goles de campo de Zuerlein los Cowboys tenían la ventaja en el marcador tras la anotación de Amari Cooper. En el segundo cuarto la ofensiva liderada por Jared Goff funcionó y dieron la vuelta al resultado con dos anotaciones por carrera de C.J. Anderson y Todd Gurley. Los Rams se fueron al descanso con ventaja de 20-7 tras el gol de campo de 63 yardas fallado por Zuerlein al final del cuarto.
La segunda mitad comenzó con los Rams sumando tres puntos más en otro gol de campo exitoso de Zuerlein antes de la reacción vaquera con una enorme recepción del novato Gallup que acabó con la anotación por carrera de Zeke Elliot. Dallas se arriesgó a la conversión y la completó con una recepción de otro de sus jugadores estrella, Amari Cooper. En el último cuarto los Rams también se arriesgaron con un acarreo en cuarta y gol que completó C.J. Anderson y antes de la pausa de dos minutos Dak Prescott anotaba para añadir dramatismo a la resolución del encuentro. Pero la ofensiva de los Rams quemó el reloj con un engaño de Jared Goff y la potencia de C.J. Anderson para conseguir la victoria.
Antes del encuentro todos señalaron el juego por carrera como la clave principal con el foco en Todd Gurley y Zeke Elliot, los dos mejores corredores de la liga. Pero el foco se desplazó a C.J. Anderson quien fue un tanque que perforó el front seven de los Cowboys. El corredor es una de las últimas adquisiciones de los Rams llegado en la semana 16 para destacar en la postemporada. Entre Todd Gurley y C.J. Anderson superaron las 200 yardas combinadas que con la participación de sus compañeros rompieron el propio récord de franquicia por más yardas corridas en un partido de playoffs. Aunque las anotaciones vinieron por medio terrestre, en el juego de pase Jared Goff también lució sólido. El rendimiento de la ofensiva de los Rams fue gracias a un espléndido trabajo de la línea ofensiva que frenó la defensiva de los Cowboys (el mejor front seven de la liga en las últimas semanas) hasta su desesperación: cero capturas, sin presión para el lanzamiento a Jared Goff y 273 yardas corriendo. La defensiva de casa también hizo su trabajo limitando a Ezekiel Elliot, principal arma ofensiva de los Cowboys, a 47 yardas corriendo. Todo bajo un plan de juego casi perfecto de Sean McVay que superó el duelo estratégico ante Jason Garrett. El joven entrenador, que llegó hace 2 años a Los Ángeles, consiguió avanzar a la final de conferencia y además se convirtió en el entrenador más joven en ganar un partido de playoffs superando al legendario John Madden.
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