lunes, 8 de febrero de 2016

Mágico Ricardinho no fue suficiente ante España (2-6)

Duelo ibérico en los cuartos de final del Europeo de fútbol-sala que acabó con la contundente victoria de España 2-6 ante una Portugal que dependió de la magia de Ricardinho.

FICHA TÉCNICA
UEFA Futsal EURO 2016 Cuartos de final - Arena Belgrade (Belgrado, SERBIA) 08/02/2016 - 21:00CET
Portugal: Bebé, Pedro Cary, Cardinal, João Matos y Ricardinho. Seleccionador Jorge Braz. También jugaron: Fábio Cecílio, Djô, Paulinho, Bruno Coelho, Arnaldo Pereira (C) y Tiago Brito.,
España: Paco Sedano, Mario Rivillos, Pola, Lin y Raúl Campos. Seleccionador José Venancio López. También jugaron: Ortiz (C), José Ruiz, Bebe, Andresito, Alex y Miguelín.
Goles: 0-1 por Miguelín (12'), 0-2 por Mario Rivillos (15'), 0-3 por Alex (17'), 1-3 por Ricardinho (22'), 1-4 por Raúl Campos (23'), 2-4 por Ricardinho (25'), 2-5 por Alex (34'), 2 - 6 Mario Rivillos (39').
Árbitros: Gábor Kovács (HUN), Ondřej Černý (CZE). Disciplina: Amarilla a Cardinal (30').

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Tras la derrota ante Serbia a Portugal le tocaba ‘bailar con la más fea’ en cuartos de final. Y es que España, campeona en seis ocasiones, es una selección fiable y con mucha calidad. El encuentro comenzó con respeto, e incluso miedo, entre ambas selecciones. Con el paso de los minutos España comenzaba a dominar, siempre sin descuidar la defensa, y en el minuto 13 Bruno Coelho cometía un tan claro como erróneo e infantil penalti sobre Alex que aprovecharía Miguelín para inaugurar el marcador. El gol descolocó a la selección lusa que dos minutos después volvió a recibir un tanto, en esta ocasión Rivillos con un disparo lejano tras asistencia de Carlos Ortiz desde el córner. Ricardinho y Cardinal, la conexión del Inter Movistar español en Portugal, intentaban recortar distancias sin suerte. España aumentaría la ventaja tras un robo de balón a Paulinho, último jugador, que Alex definió a la perfección picándola ante la salida de Bebé. Tres goles en cinco minutos que desequilibraban el encuentro antes del descanso.

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En la segunda parte Portugal salió con fuerza, apelando al corazón y la épica pero sobre todo a la figura de Ricardinho. Pasaban los dos minutos cuando Ricardinho recoge un balón en su propia área, Pedro Cary sale al contraataque con Arnaldo y el capitán cede de manera inteligente el balón para que la camiseta 10 marcase el primero de Portugal. Poco duró la alegría y veinte segundos después Raúl Campos marcó un buen gol casi sin ángulo y por el palo del guardameta luso. Todo parecía perdido para la selección de Jorge Braz hasta que volvió a aparecer la magia de Ricardinho. A diferencia del gol marcado tres minutos antes, en equipo, en esta ocasión volvió a demostrar su calidad y tras un regate de videojuego marcó un zurdazo en la escuadra. El Arena Belgrade con unos 8.850 seguidores y la tranquilidad de estar en semifinales tras eliminar a Ucrania, se decantó totalmente por animar a Portugal y la magia de Ricardinho, que ellos mismos sufrieron dos días antes. Tercera obra de arte de Ricardinho que además de llevarse el respeto y ovación del fútbol sala y dar oportunidades a su selección le colocaba como máximo goleador del torneo. Portugal intentaba la heroica con cinco jugadores pero se topaba con la enorme defensa de España y una nueva exhibición de Paco Sedano. A falta de cinco minutos Miguelín lanzaba un contraataque, pase de la muerte a Alex que no controla bien pero la suerte mete el balón hasta el fondo de la red. La eliminatoria estaba decidida pero Portugal tiraba de orgullo y pasión para intentar recortar distancias. Casi sobre la bocina, una nueva parada de Paco Sedano acabaría con el despeje de Mario Rivillos que acabaría sumando el definitivo 2-6. La selección española continuará su camino hacia su séptimo título en semifinales ante Italia -una de las favoritas- o Kazajistán. La anfitriona Serbia también estará en semifinales tras vencer a Ucrania con un tanto de Milos Simić en el último segundo. Su rival saldrá del enfrentamiento entre Rusia y Azerbaiyán.


CLAVES
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Todos contra uno. De sobra es conocida la calidad individual de los jugadores de España. Portugal no tiene nada que envidiar, de hecho cuenta con el mejor jugador del mundo, pero la diferencia se marca a nivel táctico. España juega como un equipo. Con lecciones defensivas en cada encuentro –es muy difícil marcarle gol- y arriba con paciencia esperando su oportunidad para marcar. Por lo contrario, la selección de Jorge Braz juega exclusivamente para la magia de Ricardinho desaprovechando la calidad de otros grandes jugadores como Cardinal o Arnaldo Pereira. Defensivamente los errores se acumulan y no existe ningún plan de ataque más allá de confiar en su mágico 10. En otras palabras se puede decir que el colectivo de España ganó a las individualidades de Ricardinho.

Porteros. Paco Sedano es, sin lugar a dudas, uno de los mejores porteros del mundo. Y hoy lo volvió a demostrar. Es afortunado por contar con una gran defensa delantero pero cuando los equipos rivales la superan aparece ‘SuperPaco’. Paradas decisivas que desesperan al rival. Pero en la portería contraria estaba Bebé. Con un look similar a Hélton, portero del FC Porto, con pantalones largos, también imitó los errores que a veces comete el guardameta brasileño en fútbol once. Los porteros son la posición menos valorada pero más vital en el fútbol. Son los últimos que pueden evitar un gol rival y un error suyo se paga caro.

Penalti de Bruno Coelho. El partido estaba igualado, por lo menos en el marcador, hasta que el jugador luso cometió el penalti que abrió el marcador. España tan solo tenía que defender para llevarse la eliminatoria, y en esa tarea son especialmente buenos. Portugal se descontroló buscando el rápido empate y cinco minutos después perdía 0-3 y tenía la eliminatoria perdida. Solo la magia de Ricardinho puso un poco de emoción pero fue insuficiente.

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Ricardinho. Al final la magia de Ricardinho no fue decisiva para el encuentro pero sí para la historia. Otra obra de arte que el espectador agradece y quedará guardada. Primero fue el hat-trick, con uno de tacón, y ante Serbia fue una maravilla que encantó hasta a los propios aficionados serbios. Hoy fue una exquisitez que además metía a su selección en la lucha por un puesto en semifinales. Ver jugar al 10 es sinónimo de puro espectáculo. Su lucha, magia, creatividad y diversión es de agradecer. Volvió a demostrar que es el mejor jugador del mundo. 

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