El Liverpool sigue líder gracias a Steven Gerrard

En la tarde de ayer se celebraba a las cinco de la tarde el encuentro entre el West Ham y el Liverpool en la jornada 33 de la Premier League. El partido era trascendental para el conjunto de Anfield que quiere ser el campeón de la liga inglesa, mientras que el West Ham se podía permitir el tropiezo ya que está casi salvado a falta de cinco jornadas.

El Liverpool tenía que ganar a toda costa debido a que sus máximos rivales, el Chelsea y el City, consiguiesen sus victorias por una clara renta de tres goles. El conjunto red salió desde el primer minuto a Upton Park con la clara misión de no dejarse puntos y de meter todavía más presión a los rivales ya mencionados.

El partido comenzaba de una forma inesperada para los visitantes que no podían encontrar pases precisos ya que los locales presionaban por encima del centro del campo y subía sus líneas defensivas. Se podía preveer que este partido estaba marcado en el calendario de Rodgers como una salida de las más complicadas y así fue. El entrenador de los reds se mostraba descontento con la actitud con la que sus jugadores estaban afrontando el partido y ya se le veían sus gestos contradictorios en el rostro. Tenía una sensación de impotencia por no poder alcanzar las ocasiones con claridad.

Por otra parte, al ténico del Liverpool no le importaba que sus centrales tocasen la pelota para buscar el hueco en la defensa rival. Los locales mostraron su solidez como conjunto, la presencia del lateral Armero y un delantero tanque que te ganaba todos los balones aéreos. Esto era magnífico para ellos ya que mandaban un pelotazo y Andy Carrol era el encargado de bajar todos esos balones para crear segundas jugadas. Cada vez que había un saque de banda o un corner saltaban los nervios en los aficionados reds.

Los mejores jugadores de cada conjunto fueron Steven Gerrard, Luis Suárez y Andy Carrol. Todo parecía que se iba a pitar el descanso cuando Steven Gerrard lanzó un balón preciso hacia Luis Suárez, quien tras regatear al último defensor consiguió un penalti al golpear el balón en la mano del zaguero. Steven Gerrard se encargaría de transformarlo. Pero el West Ham iba a marcar acto seguido en un corner donde marcó Demel en una jugada en la que Carrol dió un manotazo a Mignolet. Finalmente el árbitro no hizo caso de los argumentos del juez de línea para invalidar el gol y por tanto este subió al marcador.

Todo el mundo protestó una jugada en la que se veía que era imposible que el árbitro no la hubiese visto pero el caso es que el Liverpool tenía 45 minutos para volver a adelantarse. Coutinho fue el primer cambio de Rodgers, que dió la entrada a Lucas Leiva. Con Leiva en el campo hubo más pases y suyo fue el pase que dió en una fantástica subida de Flamini en la que consiguió un nuevo penalti. Adrián, ex portero del Betis, no se lo creía. Finalmente Steven Gerrard lanzaría el penalti y daría el triunfo al Liverpool.

El Liverpool es el único equipo de la Premier League que no ha perdido en todo el año 2014.