El Pabellón Municipal de San Pablo se
vestía de gala para recibir al líder invicto de la Liga Endesa y de
la Euroliga, el Real Madrid. El Cajasol venía de una racha de cuatro
partidos ganados, el último en el CID ante el Herbalife Gran
Canaria.
Pero hoy los de Aíto García Reneses
tenían la difícil papeleta de frenar a los Rudy, Llull, Rodríguez
y compañía. Tarea dura y complicada pero no imposible, aunque el
parcial inicial de 4-24 en 6' ponía los deberes muy complicados.
Laso introdujo en el cinco inicial al
tunecino Mejri y junto con el aeroplano de Mahón, Sergio Llull,
fueron los dos grandes protagonistas de este parcial. La reacción de
los sevillistas fue de aplaudir, y contrarrestaron el abultado
parcial con otro de 19-2 para reducir el 7-27 al 26-29 que ofrecía
el marcador en el minuto 17.
Eso sí, tres minutos más tarde el
partido había vuelto a cambiar, Llull y Mirotic volvieron a estirar
el marcador al 33-50 que reflejaba al descanso.
Con este “rush” final de la primera
parte, el partido había dejado de existir y con la incorporación a
la cancha de Draper, la intensidad defensiva subió y la ventaja
madridista también, llegó a superar los 30 puntos de diferencia (37
concretamente).
El último periodo fue el de reducir la
ventaja por parte de los andaluces intentando aprovechar la
relajación madridista. Ni aun con esas logró reducir ventajas, ya
que el resultado final fue el 62-97. De nuevo apunto de superar la
barrera de los 100 puntos.
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