El ya ex-jugador del CSKA de Moscú despegará desde la capital rusa para aterrizar en Milán el próximo 3 de enero y ponerse a las órdenes de Massimiliano Allegri con el "10" a la espalda, tal y como anunció,el todavía vicepresidente Galliani, el pasado miércoles.
El delantero japonés llegará gratis al equipo de las 7 Copas de Europa tras finalizar su contrato con el equipo moscovita, y aunque se perfila como una estrella, no le será fácil hacerse con un puesto fijo entre las posiciones de ataque de uno de los mejores equipos de Italia y de Europa, ya que contará con la competencia de jugadores como Balotelli, El Shaarawy o Kaká. Pero esto no es lo que más le preocupa al jugador, pues uno de los objetivos de su decisión es jugar en una de las mejores ligas a nivel mundial y alargar su palmarés, que hasta ahora es envidiable (1 Eerste Divisie, 2 copas de Rusia, 1 Liga Premier de Rusia y 1 Supercopa de Rusia). Podrá sumarse a la lucha por ser uno de los goleadores de su nuevo equipo pocos días después del comienzo del nuevo año y si todo transcurre con normalidad podrá disputar su primer partido en San Siro el proximo 19 de enero, ya que no está confirmado que pueda jugar contra el Atalanta 3 días después de su incorporación.
Aunque el conjunto rossoneri está pasando por una de sus mayores crisis de los últimos años en la Serie A, donde ahora se encuentra en la novena posición de la tabla , representa la supervivencia italiana en la Champions, y su clasificación para octavos ha sido de los factores que ha influido a la directiva del club a reforzar la plantilla.
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