Si este partido prometía ser el más interesante de la última
jornada de grupos debido a la talla de sus contendientes, ha cumplido desde
luego todas y cada una de las expectativas depositadas en él de manera ejemplar.
PARTIDAZO con mayúsculas el que nos han regalado el actual
líder de la Bundesliga y el cuarto clasificado de la Premier League, remontada
inverosímil incluida (el resultado al cuarto de hora de partido era de 2-0
favorable a los bávaros).
En un principio, el partido no iba a ser sumamente intenso,
debido a que ambos equipos partían ya como clasificados, y el City necesitaba
ganar por 3 o más goles para pasar como primero de grupo, ardua tarea si
tenemos en cuenta que el partido se disputaba en casa del actual campeón; el
Bayern de Munich. Robben, por lesión, y Toure Yayá, por sanción causaban baja
para este partido arbitrado por el colegiado español Fernández Borbalán.
Previamente al saque inicial, se efectuó un pequeño homenaje a
Nelson Mandela, fallecido el pasado jueves. Ambos equipos formaron
indistintamente portando una pancarta que rezaba “Madiba, the world will never forget”.
Después de este merecido recuerdo, la bola comenzó a rodar.
El partido empezó con un claro dominio del Bayern, que mediante su triángulo
Thiago-Götze-Kroos manejaba el juego a su antojo; y una sensación de despiste
en el City, ejemplificada en la jugada que casi acaba en gol en propia meta de
Lescott (min. 3).
Tanta era la superioridad muniquesa, que cuando corría el
minuto cinco, un balón cruzado de Dante desde su campo pillaba desprevenida a
la defensa del City, dejando solo a Müller (tanto que el jugador parte en offside), que se limita solamente a
controlar con el pecho y batir con un golpe raso a Hart (3 goles en 6 partidos
Champions). Apenas dos minutos más tarde, Dante provocaba una nueva ocasión
rematando una falta botada por Ribéry desde la derecha y, en el minuto 12,
llegaba el nuevo mazazo alemán: una falta de coordinación en la defensa del
City permite que el balón quede muerto en los pies de Götze a la salida de un
córner, que solo tiene que evitar la figura de Hart para introducir la pelota
en el fondo de las mallas. Ni siquiera alcanzado el minuto 15, el campeón había
demostrado quién mandaba en el verde. O al menos, eso parecía.
Decimos que
parecía porque, en 5 minutos de efervescencia, el equipo del Manchester
generaba una ocasión de gol clara para Fernandinho (min. 25), y la jugada que a
la postre significaría el primer tanto de la escuadra citizen: un balón colgado por Navas desde la derecha, Milner que
arriba al segundo palo y remata para dejar la pelota muerta en el borde del área
pequeña, borde donde aparece Silva para fusilar a Neuer sin apenas oposición. A
pesar de este gol, no parecía que fuera a incidir mucho en el resultado, debido
a que el Bayern recuperaría el control del juego y de las ocasiones hasta el
final de la primera parte (un tanto accidentado, con 3 amarillas para Dante,
Dzeko y Milner, de hecho supone la sanción de un partido para este último, por
lo que se perderá la ida de los Octavos de final).
La segunda mitad comenzó con imprecisiones en ambos bandos, aún
así, se podía entrever que el City quería tomar la iniciativa en pro de buscar
el gol del empate, pero no parecía que fuera a conseguirlo debido a que apenas
inquietaba la meta alemana.
No lo parecía pero, caprichoso el deporte rey, en
el minuto 58 se encontraría con un penalti inexistente de Dante sobre Milner
que se encargaría de transformar Kolarov (capitán en ausencia de Kompany y Touré).
Lo que podría haber significado la segunda amarilla para Milner por tirarse en
el área, supuso el gol del empate (ironías de la vida). En este punto, se podía
decir que el partido volvía a nacer. Pero volvía a nacer con cierta ventaja
para el City, puesto que su ritmo y mentalidad eran superiores en esta fase del
partido.
De hecho, cinco minutos después (min. 63) llegaba el gol que culminaba
la remontada: un nuevo centro de Navas (que volvió loco a Alaba durante todo el
encuentro) al segundo poste era aprovechado por Milner (sí, se podría decir que
expulsado no habría podido meter el gol) que, con un golpeo exquisito con el
interior al más puro estilo Thierry Henry, batía a Neuer. Hasta este partido,
el Bayern había encajado 3 goles (en 5 encuentros disputados). Hoy, había
encajado 3 más.
El resultado permanecería estable hasta el final del
partido, cerrando así la increíble remontada del equipo de Manchester. Quizá
más por demérito del conjunto de Guardiola que por mérito del equipo dirigido
por Pellegrini pero, al fin y al cabo, en máxima competición europea, y
teniendo enfrente a un equipo inglés, el minimizar errores se convierte en una
prioridad. Que se lo digan sino al campeón.
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