¿Ha sido muy difícil llegar a Primera División?
“Ni fácil, ni corto. Tengo 31 años y es mi segundo año en Primera
División. Ha sido un camino muy largo, con muchos obstáculos, pero siempre se
aprende de las dificultades que te aparecen en el camino, y en mi caso ha sido
así. Me hubiese gustado llegar con 24 años a Primera División, pero lo
importante es que he llegado y que estoy en un club donde me siento importante,
donde la gente me quiere, donde jugamos un fútbol bonito, y bueno, ha sido
difícil pero la verdad es que me ha merecido muchísimo la pena”
¿Tus años en Segunda División te han ayudado?
“Ese primer año en Granada 74, aunque no nos fue bien porque
descendimos, pero aprendí muchísimo y creo que cada año he ido mejorando poco a
poco, y desde que llegué aquí a Valladolid el primer año me salieron las cosas
perfectas, metí un momtón de goles, y aunque el equipo no logró el ascenso sí
es verdad que he ido mejorando y madurando como futbolista”
En la temporada pasada… ¿te costó hacerte con la categoría?
“Borrando la primera vuelta, fue medio año bueno para mí. Para el
equipo fue un año fantástico, no sufrimos en ningún momento y la verdad es que
fue un año bastante cómodo. Yo al principio me costó un poco. Empecé jugando y
perdí la titularidad. Lógico, cuando los delanteros no meten goles, si sale un
compañero y los hace, pues te cuesta más entrar y el equipo iba bien y era
difícil tener minutos. Pero no es cómo empieza, sino cómo acaba”
¿La llegada de Juan Ignacio Martínez ha cambiado las cosas?
“Realmente
no. Aquí tenemos un equipo que llevamos jugando juntos 3 o 4 años y el estilo
es claro, es intentar dominar el balón y sacar la pelota desde atrás y ser
dominadores del juego. Es cierto que con algunos matices porque cada entrenador
tiene su librillo, pero la idea principal y el estilo es muy parecido”
¿Cuál es el objetivo del equipo este año?
“Está claro que sobre todo dentro del vestuario tenemos claro cuál es
el objetivo, pero no nos conformamos tampoco con eso, queremos mejorar día a
día y está claro que tenemos que mirar sólo semana a semana porque no tenemos
que meternos más presión y pensar en cuántos partidos nos quedan, pero está
claro que sería un reto muy bonito jugar una competición europea o al menos
estar luchándola hasta el final”
¿Es un sueño jugar en un grande?
“Hombre, jugar en un grande es siempre un sueño cuando llegas y cuando
empiezas, pero yo creo que a mí ya se me ha pasado eso y nada, estoy contento
con lo que tengo, no puedo pedir mucho más. Tengo una familia que me quiere, la
gente que me rodea también, y deportivamente sé cómo está el fútbol. Tengo un
hermano jugando en Segunda B y tampoco estoy para pedir muchas cosas porque
bajando de Primera las cosas están difíciles, así que me conformo con lo que
tengo”.
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