El racismo en los campos de fútbol españoles es algo que la
LFP debería mirar entre otras muchas cosas para considerarse la mejor liga del
mundo. Me parece denigrante que aún en pleno siglo XXI exista el odio hacia la
persona diferente a nosotros pero que realmente es tan igual.
En Italia, por ejemplo, el tema del racismo lo llevan muy a
rajatabla y que un aficionado local insulte con insultos racistas a un jugador
de fútbol puede costar el cierre de una o varias jornadas del estadio.
Ayer el Martínez Valero pudimos ver como un grupo de
retrogrados mentales hacía sonidos imitando un mono o llamaba mono a Nyom,
jugador del granada de nacionalidad camerunesa, cuando se acercaba a la grada
de la Jove Elx.
Realmente, no podemos criminalizar a la afición ilicitana
porque se haya dado ese hecho hace poco tiempo. En todos los campos o en casi
todos los campos de fútbol en España se viven continuamente escenas tan
desagradables como la que he nombrado anteriormente.
En esta ocasión el jugador afectado por dichos insultos, respondió a la acción de la grada lanzando el balón
contra la zona de la Jove Elx. En parte está muy mal hecho pero realmente un
jugador no tiene que soportar dicho comportamiento simplemente por tener un
color de piel diferente al tuyo.
Y para finalizar, los racistas insultan a los negros del
equipo contrario pero celebran el gol que el negrito de su equipo ha marcado.
¿No es algo incoherente? ¡Fuera el racismo de las gradas y de la vida cotidiana!
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