Hay jugadores a los que se les tiene manía, ¿por qué? Porque sí. Basta solo una racha de partidos malos, fallar dos goles cantados, un par de lesiones seguidas, un affair fuera del campo o aquel siempre fatídico pase atrás y ya está, eres hombre muerto, pero no para el rival, sino para tu propia afición.
En el Barça este hombre es Alexis Sanchez, pero antes lo fue, Overmars, Kluivert (uno de los máximos goleadores de la historia del club), Kodro (este con razón) o incluso Victor Valdés, que tuvo que ganarse al Camp Nou como pocos lo han tenido que hacer. Alexis está marcado desde su primera temporada, que fue buena, pero las lesiones le truncaron su inicio en el Barcelona. La segunda ya no estuvo tan bien y falló, falló mucho. Esta temporada ha empezado mejor, sobretodo mejor que Pedro, al que desde mi parecer también superó la campaña anterior, pero a Pedro nadie le señala. Aun así Alexis crea ese "run run" en la grada del Camp Nou, sobretodo cada vez que intenta encarar a un adversario, algo que sin duda le complica el esfuerzo. Pero Alexis, a pesar de todo lo que oye continua, lo intenta y ofrece unas variantes al equipo que ningún otro jugador de la plantilla tiene, pero está marcado, ad eternum.
El Madrid, también a sumado un nombre a esta lista, se trata de Karim Benzema. Tras su mejor arranque goleador desde su llegada al Real Madrid, vive quizás también su peor temporada en cuanto a la paciencia del Bernabeu se refiere. A Benzema le ha pasado factura sus carreras en las autopistas de Madrid, sus tardes de videojuegos y su actitud fría en el terreno de juego. Quizás en Madrid muchos hayan olvidado que el francés se ha mostrado en muchas ocasiones como un exquisito delantero. La grada olvida lo dado y reclama lo que no se tiene, que marque 30 goles por temporada, algo que está lejos de conseguir y que su esfuerzo sea tan visible como el de Crisitano o DiMaria, puro físico. Pero Benzema no es un atleta, Benzema es un artista, un bohemio del fútbol, que huye del choque con el rival pero es capaz de ofrecer magia en un palmo de terreno.
El problema no está en estos jugadores, el problema está en las expectativas que la afición y su dorsal han creado. Ambos llevan el número nueve en la espalda pero ninguno de ellos lo es. Alexis es un siete, extremo puro, con desmarque y gol, el justo, pero capaz de provocar un buen número de ocasiones durante los partidos. Benzema es quizás un diez, hombre estilista, con pausa, con asociación y por último gol. Ya lo dijo Mourinho, cuando le llamo gato, en su caso nada despectivo, pues no es un perro de presa, pero es capaz de moverse con una ligereza felina.
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