Hace no mucho el BVB veía como perdía la final de la
Champions ante el Bayern. Además ya se sabía que Götze abandonaba el barco y se
pensaba que Lewandowski podría seguir sus pasos. Para más inri se rumoreaba que
Gündogan podría salir también del equipo. Segúramente cualquier entrenador se
habría venido abajo, pero Klopp no es así. Ha conseguido retener a Robert e
Ilkay y ha firmado a tres jugadores de primer nivel: Sokratis, Mkhitaryan y
Aubameyang. Este último volvió loco al HSV.
A las 18.30 se reunían más de 80000 personas para
ver uno de los clásicos de la Bundesliga. 8000 Rothosen se desplazaron desde Hamburgo
para apoyar a los suyos. El partido empezó eléctrico con un BVB buscando constántemente
la portería de Rene Adler. Ya en el minuto 4 Mkhitaryan y Lewandowski avisaban
en la misma jugada y era Adler quién respondía. El HSV aguantaba como podía pero
en el minuto 18, Schmelzer dio un pase en largo a Aubameyang que no
desaprovechó y con la colaboración de Adler puso a su equipo por delante. Y
solo 4 minutos más tarde una buena combinación de los de arriba acabó en el
segundo gol del BVB, obra de Mkhitaryan con un disparo que tocó el palo:
Imparable.
El HSV se vio con un 2-0 en contra y quedaba más de
una hora de partido. Sin embargo en el primer disparo del HSV a puerta(minuto
27), Lam consiguió marcar el primero para los Rothosen. Desde ese momento hasta
el final de la primera parte el BVB lo intentó todo lo que pudo e incluso Marco
Reus casi marcó en el minuto 38 de partido si Adler no hubiese intervenido
desviando el balón al larguero. El HSV no podía hacer más que intentar contener
los ataques Borussers. Gracias a Rene Adler el BVB solo se fue al descanso
ganando por un gol. Y es que las estadísticas lo decían todo: 13 tiros del BVB
frente a 1 solo del HSV. Los Hanseáticos habían cometido 12 faltas frente a las
5 de los Borussers.
En la segunda parte tras la salida de Sobiech del
terreno de juego y la entrada de Jiracek, los aficionados Rothosen pudieron
soñar ya que tras una falta que colgaba Van der Vaart, Westermann ponía las
tablas. El HSV cogió confianza y empezó a acercarse tímidamente pero el BVB
pronto volvió a las andadas. Klopp quitó en el 60’ a Subotic y metió a
Sokratis. En el minuto 65 de partido, Aubameyang consiguió anotar el tercero de
la tarde para los Borussers otra vez con la colaboración de Adler. El meta
falló en el primer y el tercer gol pero su actuación fue sobresaliente porque
paró de todo. Pero como bien se sabe, tanto va el cántaro a la fuente…
A partir del minuto 65 de partido el HSV claudicó y
el BVB se vengó de lo ocurrido la temporada pasada. Fink buscó cambiar las
cosas metiendo a Çalhanoglu por Rincón pero fue inútil. En el 73’ de partido, Mkhitaryan cedió el esférico a Aubameyang que
desde la banda derecha centró raso, Reus la dejó pasar y la cogió Lewandowski
que amagó y remató consiguiendo el cuarto. Adler no pudo hacer nada. Y tan solo
un minuto más tarde un fallo de la defensa del HSV propició el quinto del BVB y
el primero de Reus en el partido. La puntilla
llegó en el 81’ cuando Sahin colgó un balón que Lewandowski remataba de cabeza.
En el 79´entraron Durm y Hofmann y se retiraron Schmelzer y Mkhitaryan. Por su
parte Fink aprovechó para dar minutos a la última incorporación del HSV, Lasogga
que entró por Van der Vaart. Pero el partido ya había muerto en el 81’. Partido
fantástico de los Borussers que siguen siendo líderes con 5 victorias en 5
partidos. Por su parte el HSV se queda con 4 puntos.
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