Decía el segundo entrenador del Barça, Pautasso, en la rueda de prensa previa al partido, que los debates siempre planean sobre los equipos. En Vallecas el Barça no estaba dispuesto a disiparlos. El Barça anda perdido por los campos que visita, e incluso por el suyo propio. El cambio de estilo que prentende el Tata de momento solo se traduce en pases en largo, que no llegan a su receptor en muchos casos y de los que se abusa. El Tata no quería variar el juego del Barça habitual, pero en Vallecas algo ha ocurrido, la posesión del balón propiedad única y exclusiva del equipo azulgrana durante los últimos cinco años le fue arrebatada.
Para conseguir tal dificil objetivo, el equipo de Paco Jémez, dispuso una defensa muy adelantada, con las líneas muy juntas y una presión asfixiante arriba. El resultado, el dominio del balón y la creación de juego del Barça a pies de Valdés, que esta temporada hace de todo, pero construir aún no está en sus características. Así, sin juego interior, sin ideas, el Barça se ha vestidos de antagonista y juega como lo hacía el Madrid de Mourinho, sin dominio, sin balón, solo viviendo de las genialidades de sus estrellas.
Gracias a jugadores como Messi, que marcan la diferencia, el Barça golea esta temporada, y en Vallecas se demostró, cuando tras una gran jugada del argentino que cedió el balón a Pedro para que rematara el esférico dentro de la red. La respuesta del Rayo no se hizo esperar y tras una buena ocasión de gol, Adriano derribaba a Trashorras cometiendo penalti. Pero el mismo Trashorras no pudo transformar la pena máxima frente a un Valdés que pide ser portero titular de la selección española para el mundial de Brasil.
Si en el partido del Ajax, el Barça mejoró su imagen, en Vallecas esa mejora no fue tan clara, pero una vez más, la efectividad se puso del lado de los catalanes para que Pedro pusiera el segundo gol en el marcador, con tan solo cinco minutos jugados en la segunda parte. Así, sin fútbol, con jugadas de contraataque, con el mismo estilo que jugaba el tan criticado Madrid de Mourinho por parte de los cules, el Barça conseguía marcar el tercer y el cuarto gol, obras de Pedro, que cerraba su primer Hat-Trick y Cesc que cerraba al goleada.
El Rayo por su parte, le quitaba la posesión al Barça y le mostraba como se jugaba al pase, aunque frente a la portería siempre Valdés desbarataba cualquier opción de los madrileños.
Cero a cuatro, partido sin brillo ni fútbol. Y el Barça, cada vez más lejos de ser lo que era.
Por @NED_web
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