El momento de acabar con todos los tabúes

El domingo, España tendrá una cita con Italia en la final de la Eurocopa y otra con la historia. Ambas pordrían considerarse igual de importantes, aunque quizás la segunda lo resulte un poco más, ya que permitiría que la 'Roja' acabase de un plumazo con casi todos los tabúes existentes en la máxima competición continental, incluso algunos propios que llevan vigentes quizás demasiado tiempo.

Dentro del primer apartado está, como ya se ha venido apuntando hasta la saciedad en muchísimos reportajes desde que comenzó el torneo, el hecho de repetir título. Nadie lo ha hecho hasta ahora. La URSS, en 1964, y Alemania, en 1976, rozaron la proeza, aunque terminaron cayendo en el último duelo. Ahora, la mejor generación de jugadores de nuestro país intentará convertirse en la primera en quebrantar esta norma no escrita del fútbol en el 'Viejo Continente', convirtiéndose, de paso, en la única hasta el momento en ganar dos Euros y un Mundial de manera consecutiva. Además, empataría así con Alemania, con tres trofeos, como la gran dominadora de la cita europea.

Si lo lograsen, habrían superado en apenas cuatro años el número de éxitos logrados por la seleccíón antes de la explosión deportiva de 2008. No en vano, hasta entonces, los aficionados sólo habían podido celebrar el triunfo en la Eurocopa de 1964 y el Oro de los Juegos de Barcelona 92. El domingo, a eso de la medianoche, los pupilos de Del Bosque podrían haber cerrado su 'triplete mágico', teniendo en el horizonte ya una Copa Confederaciones 2013 en la que partirán como favoritos. Por no hablar de los sub 23, claros candidatos a pelear por la primera plaza en la cita olímpica de Londres de dentro de unas semanas.

Pero la cosa no acaba ahí. Porque hasta la fecha, sólo el alemán Rainer Bonhof puede presumir de haber logrado dos títulos continentales, logrados en 1972 y 1980. Sin embargo, una victoria de España traería consigo la entrada de hasta doce miembros más en ese selecto club, incluyendo a Íker Casillas, Arbeloa, Ramos, Xavi, Iniesta, Xabi Alonso, Silva, Cesc, Torres, Cazorla, Albiol y Reina.

Además, la 'Roja' tendría a tiro aumentar aún más su hegemonía en la Eurocopa, puesto que ya es el equipo que ha acumulado más encuentros seguidos sin conocer la derrota en el torneo, con once, superando los diez en los que se quedaron Italia, Alemania y Holanda. En este sentido, habría que remontarse hasta el 20 de junio de 2004 para encontrar el último duelo que la selección perdió en el torneo. Fue frente a Portugal, por 1-0, en el José Alvalade de Lisboa y en la jornada final de una fase de grupos tras la que España tuvo que volverse a casa.

Incluso, de no recibir goles en contra en el choque decisivo, España igualaría a la URSS (1960), Italia (1968) y Alemania (1972) como la campeona que menos veces habría visto perforada su portería, con tan sólo una vez. A este respecto, cabría añadir que las otras tres firmaron ese registro cuando la fase final de la Eurocopa sólo incluía las dos últimas rondas, lo que daría aún más mérito a los pupilos de Vicente del Bosque.

Y, para que no falte de nada, siempre está el reto particular de volver a vencer a la 'Azzurra' en un duelo oficial, algo que no ocurre desde hace la friolera de 92 años. Concretamente fue en los Juegos de Amberes, en 1920, donde la 'Roja' se impuso a los transalpinos por 2-0, gracias a dos tantos de Sesumaga. A partir de ahí, ambas escuadras han vuelto ha verse las caras en diez ocasiones más, que se han saldado con cinco derrotas de los nuestros (algunas tan dolorosas y polémicas como las de los Mundiales de 1934 y 1994), y otros tantos empates (el último, en esta misma Eurocopa).

Con todo ello, queda claro que el del domingo no es un encuentro más para una 'Roja' que se ha acostumbrado a jugar y ganar finales, pero que en esta ocasión tendrá que emplearse a fondo para imponerse a Italia y hacer, si cabe, aún más grande su leyenda. Habrá que sobreponerse pues al cansancio físico y a la presión, porque no tan sólo aguarda la llegada de un nuevo título, sino que es la mismísima eternidad la que nos espera.