Ganar una Eurocopa está al
alcance muy pocos. Además, que se juegue cada cuatro años y, hasta ahora,
ningún campeón haya repetido título en la siguiente edición dificultan más aún la
posibilidad de que alguien pueda tener más de una en su palmarés. De hecho, sólo
se ha dado un caso de un jugador que ha sido capaz de desafiar esta estadística.
Se trata del alemán Rainer Bonhof, que logró cantar victoria en las ediciones
de 1972 y 1980.
Quizás por ello, muchos han optado
por la opción de intentar ‘engañar’ al tiempo desde el banquillo, buscando
reverdecer viejos laureles como seleccionador nacional. El último de ellos
es Laurent Blanc, quien puede presumir de haber formado parte de uno de los
mejores conjuntos de los últimos tiempos: la Francia de finales del siglo XX.
Basta recordar que era pieza básica de aquella escuadra que con nombres tan
ilustres como los de Zidane, Barthez, Henry, Thuram o Deschamps fue se alzó, de
manera consecutiva, con el Mundial de 1998 y la Euro del 2000.
Ahora, doce años después de
aquella gesta, es la cabeza visible de un combinado ‘Bleu’ que quiere volver a
aspirar a todo, intentando dejar atrás los fracasos de las últimas tres grandes
citas internacionales, en las que el equipo no ha pasado de la fase de grupos.
No será una misión nada fácil, ya no sólo por el hecho de que su debut en la
competición, frente a Inglaterra, se haya saldado con un empate y esté a dos
puntos de una de las anfitrionas, Ucrania, sino porque los precedentes no resultan
demasiado halagüeños.
Tanto es así que tan sólo hay un
caso de alguien que haya sido capaz de hacerse con el torneo como jugador y
como técnico: el alemán Berti Vogts. ‘Der Terrier’, como era conocido en
tierras germanas durante su etapa como profesional, formó parte del cuadro teutón
que logró el cetro continental en 1972, en Bélgica. 24 años después, en
Inglaterra 96, repitió éxito como míster de la ‘Mannschaft’, a la que llevó a
la consecución del que, hasta ahora, ha sido su último título.
Igualmente, Luis Aragonés se
quedó a un paso de poder firmar algo parecido. De hecho, el ‘Sabio de Hortaleza’
fue convocado a lo largo de la clasificación para la Eurocopa de 1964, aunque
no debutó ni llegó a entrar en la lista para la fase final, que se cerró con la
victoria de la ‘Roja’. Sin embargo, pudo desquitarse en la última Eurocopa, en
la que dirigió a una España que terminó convirtiéndose en campeona.
También estuvo a punto de hacer
doblete el italiano Dino Zoff. El legendario meta hizo sus primeros pinitos con
la ‘Azzurra’ durante la edición de 1968, en la que los transalpinos, que ejercían
como anfitriones, ganaron el trofeo. Sin embargo, en el 2000, y desde el banquillo, vio cómo
sus pupilos caían en la gran final frente a una Francia en la que,
curiosamente, jugaba Laurent Blanc.
Precisamente para llegar al duelo
decisivo, sus hombres dejaron en la cuneta en ‘semis’ a una Holanda que tenía
en el banquillo a otro ilustre: Frank Rijkaard, que tocó la gloria con la ‘oranje’
en la edición de 1988. Paradójicamente, para ser campeón, el conjunto del país
de los tulipanes se deshizo también en la penúltima ronda de una Alemania
entrenada por Franz Beckenbauer, líder de aquel conjunto germano que se llevó
el título en la edición de 1972. Es más, el ‘verdugo’ de aquel cuadro teutón
fue un Marco Van Basten que como técnico sólo pudo llegar a cuartos en 2008.
De igual modo, cabe decir que
Blanc no es el primer jugador francés que aspira a reeditar su éxito
continental desde el banquillo y que, incluso fue testigo directo de ello. Ya
en 1992, el actual presidente de la UEFA, Michel Platini, buscó, aunque sin
suerte, hacer lo mismo. Y es que si como centrocampista llevó a los galos a ser
campeones en 1984, ante su público, las cosas no pudieron irle tan bien sólo
ocho años después, cuando ‘Les Bleus’ se despidieron sin pasar de la primera
fase.
Así las cosas, el míster del
combinado nacional del país vecino es consciente de que tiene ante sí un doble
reto más que complicado: que los suyos sean capaces de reverdecer viejos
laureles y, de paso, firmar un doblete que, salvo Vogts, nadie ha logrado. La
competición dirá si él es el segundo en hacerlo o si, como otros muchos, se
queda en el intento.
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