Robin van Persie está calcando la estrategia que en su día usó Thierry Henry para irse del Arsenal, es decir, retrasar hasta el extremo su renovación para forzar una venta antes de salir por la puerta con carta de libertad debajo del brazo.
El holandés volador considera que su etapa en Londres se ha acabado, toda vez que en ocho temporadas como gunner tan sólo ha conquistado una Community Shield y una FA Cup. De momento, los directivos del Arsenal sólo se han encontrado con largas cuando han intentado verse con él y su agente. La reunión se ha pospuesto a verano con el agravante de una Eurocopa de por medio. Se da por sentado que en cuanto se inicie el torneo de naciones estará ilocalizable en algún punto entre Polonia y Ucrania.
Eso deja un margen de maniobra inferior a un mes entre el final de la Premier League y el comienzo de la Eurocopa o de lo contrario hasta julio su carpeta se archivará en la de asuntos pendientes.
Entre tanto, Van Persie juega al despiste. En Inglaterra
declara públicamente su amor incondicional al Arsenal, pero en la prensa
española, concretamente en el diario Marca,
dijo no hace mucho que le encantaría jugar como local en el Santiago Bernabéu.
Y es que Madrid y Barcelona son únicos destinos viables. Algunos le colocaban
como una de las apuestas del fútbol alemán de cara a la temporada que viene,
pero la Bundesliga no parece su destino.
No por condición económica, ya que otros pretendientes como
City o Juventus de Turín están en condición de enfrascarse en una operación de
calado, sino por las preferencias del propio jugador. Según publica el Daily Mirror en los dos equipos españoles
tendría más posibilidades que en cualquier otro sitio conquistar la Champions
League, su principal objetivo a nivel de clubes.
Al Barcelona se le atribuye cierta ventaja, con respecto a
los blancos, por el hecho de contar en sus filas con Cesc Fábregas e Ibrahim
Afellay, dos grandes amigos de Van Persie que habrían recomendado a la
dirección deportiva su fichaje sin ningún titubeo. El todavía jugador del
Arsenal sería una gran solución a los problemas con la portería contraria
cuando Messi no está fino. De hecho esta campaña Wenger le ha ubicado como
falso nueve, desde donde ha logrado 30 dianas en la competición británica.
Las apuestas de fútbol por internet todavía no se atreven a
pronosticar el futuro del internacional holandés, el cual seguro será una de
las sensaciones en la Euro 2012.
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