Quedan apenas dos semanas para
que la Eurocopa de 2012 eche a andar y, con ello, España inicie la defensa de
su cetro continental. Será la primera vez en la historia que se dé esta
circunstancia, toda vez que el combinado nacional no logró clasificarse para la
fase final del torneo cuatro años después de su primer título, en 1964, al caer
en su eliminatoria de cuartos frente a Inglaterra por 1-3. De este modo, los
por entonces pupilos de Domingo Balmanya no pudieron llegar a los últimos dos
duelos de la competición, que se disputaron en Italia, donde la anfitriona se
alzó con el título.
Sin embargo, esta vez será
distinto. Pese a las importantes bajas de hombres como Puyol o David Villa, la ‘Roja’
parte como una de las principales favoritas, ya no sólo por su condición de
vigente campeona, sino también por su éxito en el pasado Mundial de Sudáfrica,
en 2010, su primera posición en el ránking FIFA y, sobre todo, por poner en práctica
un fútbol tan vistoso como efectivo.
Pero no será nada fácil que los
hombres de Del Bosque puedan volver a cantar victoria en la cita de Polonia y
Ucrania. De hecho, para hacerlo tendrán que superar una importante maldición
que pesa sobre los equipos que han logrado hacerse con el trofeo: ninguno ha
sido capaz de revalidarlo en la edición siguiente. Es una máxima que se ha
cumplido a rajatabla desde la primera edición de la Eurocopa, allá por 1960, y
que tan sólo dos selecciones han estado en disposición de desafiarla, aunque
siempre sin suerte.
La primera fue, precisamente, la
que estrenó el palmarés, la URSS. Tras su triunfo en tierras francesas sobre
Yugoslavia, los soviéticos llegaron también a la final de 1964, en la que se
midieron a España. Allí, sobre el césped del Santiago Bernabéu, curiosamente,
los euroasiáticos fueron quienes vistieron de rojo y los nuestros de azul, lo
que casi pudo verse como una metáfora de los dos bloques políticos que
representaban ambos países.
Y en aquella contienda a mitad de
camino entre lo ideológico y lo futbolístico, un gol de Marcelino, a falta de sólo
seis minutos del final, deshizo el 1-1 que lucía en el marcador y convirtió en
campeones a los de José Villalonga, que, de esta forma, se cobraban su
particular venganza de lo sucedido apenas cuatro años antes, cuando dijeron
adiós a la Eurocopa en cuartos tras la negativa de Franco a que el equipo
viajase al país de los zares para jugarse con los locales su pase a la fase
final.
Pero hay otro conjunto que, como
la URSS, también se quedó a punto de repetir título. Se trata de Alemania,
que en 1972, en Bélgica, cantó victoria por primera vez después de imponerse
en el duelo decisivo a los soviéticos. Sin embargo, no tuvo tanta suerte en
Yugoslavia 76, donde la extinta Checoslovaquia le ganó en una de las finales
continentales más emocionantes que se recuerdan. Basta tener en cuenta que el
choque finalizó con un empate a dos que firmó en el último suspiro el germano Hölzenbein,
llegando a una tanda de penaltis en la que los checos tuvieron la
puntería más afinada y terminaron haciéndose con el campeonato por 5-3, tras el
mítico lanzamiento de Panenka.
Afortunadamente para los
teutones, estos pudieron resarcirse de la decepción apenas cuatro años después,
en Italia 80. No en vano, la ‘Mannschaft’ se llevó su segunda Eurocopa, ganando
a Bélgica por 2-1, y, de paso, estableció, con tres, el récord de finales
consecutivas en el torneo, algo que ningún
otro conjunto ha podido igualar jamás. Incluso, Alemania puede presumir que,
desde entonces, ha sido la única escuadra que ha logrado llegar hasta el último
partido en dos ediciones seguidas. Lo hizo en Suecia 92, en la que cayó
ante Dinamarca, y en Inglaterra 96, cuando logró su, hasta el momento, último trofeo
frente a Chequia.
Ahora, será España la que
intentará repetir presencia en la final, algo que nunca ha hecho en el mismo
torneo justo después de haberlo ganado. De hecho, el único precedente en este
sentido data de 1996, en los Juegos Olímpicos de Atlanta, donde la ‘Roja’, que
defendía el oro cosechado en Barcelona 92, se fue a casa tras ser goleada (4-0)
por Argentina en el cruce de cuartos. Pero, no sólo eso, sino que los pupilos
de Del Bosque intentarán ser los primeros en revalidar su cetro continental,
dejando a un lado cualquier tipo de maldición al respecto.
De lograrlo, el combinado
nacional se colocaría al frente del ránking de campeones de Europa, empatando
con Alemania a tres títulos (1972, 1980 y 1996). Además, abriría la puerta a la posibilidad de
firmar otra gesta para la historia: ganar en el mismo año dos competiciones
internacionales diferentes, la continental y los Juegos.
Se trata de una hazaña que sólo
han logrado tres equipos. Uruguay lo logró en 1924, haciéndose con la Copa América
y el oro en la cita de París. Sesenta años después, en 1984, fue Francia la que
emuló al cuadro suramericano, imponiéndose en la Eurocopa en la que actuó como
anfitriona y los Juegos de Los Ángeles. Y en el 2000, Camerún se unió a esta
terna tras cantar victoria en la Copa de África y hacer morder el polvo a
España en la tanda de penaltis de Sydney.
Con todo ello, queda claro que
dentro de un par de semanas, la ‘Roja’ no se enfrentará sólo a un desafío, sino
a varios, a la posibilidad de hacer cosas que nadie ha conseguido hacer antes
o, en su defecto, igualar éxitos que sólo están al alcance de unos pocos. Los
retos están sobre la mesa. Sólo queda esperar que la suerte acompañe al buen
juego de los nuestros mientras la competición decide dictar su sentencia.
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