Muchos románticos del fútbol
afirman, no sin razón, que este deporte ya no es lo que era. Insisten en que,
casi como todo en esta vida, ha sido contaminado por los peligros del
capitalismo, anteponiéndose en muchos casos los intereses del dinero a los de
la competición, lo que ha hecho que en los últimos años se hayan multiplicado
los escándalos de tramas de compraventas de partidos.
Y si hay un país en el que este
tipo de dinámicas están haciendo más daño que en cualquier otro, ese es, sin
ninguna duda, Italia. De hecho, a poco más de una semana para que la ‘azzurra’
se mida en su primer partido de la Eurocopa a España, esta se ha visto sacudida
por una nueva polémica que pone en tela de juicio la pureza de sus torneos y
que, incluso, ya se ha cobrado ‘victimas’ en el seno del combinado nacional.
Todo es producto de la operación
‘Última Apuesta’, que, en su última etapa hasta ahora, se ha saldado con un total de diecinueve
detenidos, a los que se les imputa un delito de “asociación con intención de
engaño y fraude deportivo” al servicio de las apuestas ilegales. De ellos, la mayoría son futbolistas, entre los que
destaca el capitán de la Lazio, Stefano Mauri, que encabeza una lista en la que
también están incluidos Omar Milanetto, del Pádova; Cristian Bertani, de la
Sampdoria; Kewullah Conteh, ex del Piacenza; José Ignacio Joelson, del
Pergocrema; Paolo Acerbis, del Vicenza; Marco Turati, del Módena; Matteo Gritti,
del Petrolul Ploiesti; Alessandro Pellicori, ex del Torino, e Iván Tisci, ex
centrocampista y ahora director deportivo.
Igualmente, los carabinieri están
investigando de cerca e interrogando a otros importantes nombres del balompié
transalpino, como el técnico de la Juventus, campeona del ‘Scudetto’ de esta
temporada, Antonio Conte, de quien se sospecha que participó activamente en la
trama durante su etapa al frente del Siena. También hacen lo propio con otro de los grandes
delanteros italianos de los últimos tiempos, Cristian Vieri. Además, y para más
inri, dos de los jugadores que iban a acudir a la cita de este verano en
Polonia y Ucrania con la escuadra transalpina también están bajo sospecha.
Uno de ellos, Domenico Criscito,
ya ha abandonado la concentración para prestar declaración. En este sentido, y
pese a que el seleccionador, Cesare Prandelli, ya ha anunciado que el defensa
del Zenit se ha quedado fuera de la lista para la Eurocopa, desde la Federación
se confía en que pueda demostrar su inocencia. Así mismo, otro
internacional, el juventino Leonardo Bonucci, podría correr la misma suerte que
su compañero, toda vez que se especula con la posibilidad de que también haya
participado en esta red delictiva.
En este sentido, y pese a que
el instructor del caso, Roberto di Martino, haya afirmado que todavía es
pronto para saber hasta dónde podrían llegar las repercusiones de esta
operación, esta lleva prácticamente un año en marcha. Sus primeros pasos los dio en junio del año pasado, cuando la fiscalía de
Cremona decretó un total de 16 detenciones por presuntos amaños en partidos de
la Serie B y la C. Como resultado, se penalizó al Atalanta, que ascendió esa
campaña a la máxima categoría, con la pérdida de seis puntos, mientras que otros clubes como el Siena, el Chievo Verona o el Ascoli tuvieron que hacer frente sólo a sanciones económicas. De otro lado, jugadores como Doni o Paolini fueron suspendidos por tres años y medio, a la vez que una de las viejas glorias 'azzurras', Giuseppe Signori, inició una inhabilitación federativa que durará hasta 2016.
Fue sólo la punta del iceberg,
puesto que a medida que han ido avanzando las investigaciones y los
interrogatorios no han parado de salir nuevos nombres y datos que amenazan con
no dejar títere con cabeza en el Calcio. Sin embargo, esta situación, desgraciadamente, no es nada
nueva en Italia. Basta recordar que ya a
principios de los 80 se dio una situación similar, con las denominadas
‘quinielas ilegales’, que provocaron el descenso administrativo a la Serie B de
Milan y Lazio.
Ya en 2006 salió a la luz el ‘Caso Moggi’, una
red de compraventa de árbitros que dejó a la Juventus sin los ‘Scudettos’ de la
04/05 y 05/06, la envió a la ‘Categoría de Plata’, le restó 17 puntos, y le
impuso una sanción económica de 120.000 euros. Por su parte, Lazio y Fiorentina,
tras apelar, evitaron bajar, aunque perdieron puntos (30 los capitalinos y 12
los toscanos) y tuvieron que pasar por caja, abonando 100.000 euros cada una.
Finalmente, el Milan comenzó el curso 06/07 con -15 en su casillero y fue
expulsado de la Champions.
Curiosamente, ambos escándalos
fueron la antesala de las dos últimas grandes gestas internacionales de la
selección italiana: los títulos del Mundial de España 82 y el de Alemania 06. Quizás, la
opción de poder repetir lo mismo en la Eurocopa de este verano puede ser el
único consuelo para un país que vive el fútbol con una pasión que muy pocos
pueden igualar y que en los últimos años ha sido sacudido por demasiados golpes.
Y es que los ‘tifossis’ desearían a buen seguro que volviese a hablarse en
estos días de las opciones de la ‘azurra’ de poder hacer algo grande este
verano en lugar de que, una vez más, han pasado a ser sospechosos habituales.
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