En casa y cerca de los suyos Raúl García siente nuevamente las sensaciones del trabajo bien hecho. En su segunda etapa en Osasuna ha experimentado toda una regresión al pasado, cuando era el jugador bandera del equipo y su juego despertaba admiración.
Un simple movimiento táctico ha bastado para ver nuevamente lo mejor de él. Mendilibar le ha reubicado como mediapunta por delante de Puñal y Nekounam, donde explota sus condiciones como en ningún otro sitio. Entre ellas, la llegada en segunda línea multiplicando sus opciones de gol. En lo que va de temporada lleva 6 de enorme valor para los intereses colectivos, ya que el bando navarro quiere ser una de las apuestas en Europa League de cara a la temporada que viene.
La resurrección de Raúl García no ha pasado desapercibida en la ribera del Manzanares. Los dirigentes del Atlético de Madrid se frotan las manos cada vez que firma una actuación de diez. Su caché sube como la espuma, ampliando el abanico de destinatarios el próximo 30 de junio. Según adelanta el diario As, la primera opción del Atlético es venderle, toda vez que su puesto está más que cubierto en la actual plantilla. No obstante, Simeone condicionará su salida a su rendimiento durante la pretemporada.
El nivel exhibido ahora en Osasuna fue el que su día le abrió las puertas del Vicente Calderón, lugar donde nunca ha brillado como se esperaba. La afición la tomó con él y era habitual que recibiera una pitada cuando entraba en contacto con la pelota. Si el técnico argentino sabe interpretar las señales del Reyno de Navarra, igual el Calderón conoce al verdadero Raúl García.
Con la camiseta colchonera jugó desubicado como mediocentro defensivo. Siempre fue activo en la presión y el robo de balón, pero desde posiciones más adelantadas. Ninguno de los técnicos que tuvo en sus cuatro temporadas le dio nunca esa posibilidad.
El Cholo ya ha lidiado exitosamente con este tipo de cuestiones desde su aterrizaje en la capital de España. Abrió el campo con Juanfran y Filipe Luis, dos jugadores que le están ayudando a ganar las apuestas deportivas que en estos momentos afronta el equipo colchonero. Si ha sabido cambiar la cara de todo un equipo, hacerlo con un sólo hombre no le supondrá una gran dificultad.
Un simple movimiento táctico ha bastado para ver nuevamente lo mejor de él. Mendilibar le ha reubicado como mediapunta por delante de Puñal y Nekounam, donde explota sus condiciones como en ningún otro sitio. Entre ellas, la llegada en segunda línea multiplicando sus opciones de gol. En lo que va de temporada lleva 6 de enorme valor para los intereses colectivos, ya que el bando navarro quiere ser una de las apuestas en Europa League de cara a la temporada que viene.
La resurrección de Raúl García no ha pasado desapercibida en la ribera del Manzanares. Los dirigentes del Atlético de Madrid se frotan las manos cada vez que firma una actuación de diez. Su caché sube como la espuma, ampliando el abanico de destinatarios el próximo 30 de junio. Según adelanta el diario As, la primera opción del Atlético es venderle, toda vez que su puesto está más que cubierto en la actual plantilla. No obstante, Simeone condicionará su salida a su rendimiento durante la pretemporada.
El nivel exhibido ahora en Osasuna fue el que su día le abrió las puertas del Vicente Calderón, lugar donde nunca ha brillado como se esperaba. La afición la tomó con él y era habitual que recibiera una pitada cuando entraba en contacto con la pelota. Si el técnico argentino sabe interpretar las señales del Reyno de Navarra, igual el Calderón conoce al verdadero Raúl García.
Con la camiseta colchonera jugó desubicado como mediocentro defensivo. Siempre fue activo en la presión y el robo de balón, pero desde posiciones más adelantadas. Ninguno de los técnicos que tuvo en sus cuatro temporadas le dio nunca esa posibilidad.
El Cholo ya ha lidiado exitosamente con este tipo de cuestiones desde su aterrizaje en la capital de España. Abrió el campo con Juanfran y Filipe Luis, dos jugadores que le están ayudando a ganar las apuestas deportivas que en estos momentos afronta el equipo colchonero. Si ha sabido cambiar la cara de todo un equipo, hacerlo con un sólo hombre no le supondrá una gran dificultad.
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