Se llama Jonás Ramalho, mide 1,81 y tiene 18 años. Su piel le delata dentro de la manada de cachorros del Athletic, pero sus raíces y origen obedecen a los cánones tradicionales del club. De padre angoleño y madre vizcaína nació en Barakaldo, criándose en las categorías inferiores de Lezama desde los 10 esperando su turno para salir de caza con los leones mayores y experimentados.
Ese momento se produjo la pasada jornada en el Sánchez Pizjuán. Tuvo sus primeros tres minutos en Primera División al sustituir en el minuto 87 a Iñigo Pérez ante el Sevilla, aunque su hábitat natural es el del filial. Su debut no oficial ya se produjo con sólo 14 años ante el Amorebieta, cuando Joaquín Caparrós dirigía al equipo. Desde entonces hizo méritos para que sus cualidades se trasladaran a la competición, pero no se vieron recompensadas hasta ahora, cuatro años después.
Caparrós no quiso alterar su crecimiento natural, por eso nunca forzó su salto al primer equipo. Lo más cerca que le tuvo de cumplir su sueño fue durante una de las apuestas en Europa League ante el Werder Bremen, pero el joven jugador solo estuvo calentando en la banda. Ya está más maduro y el pasado verano fue uno de integrantes de la Sub 19 que se proclamó campeón de Europa.
Su posición es la de central, adaptándose sin dificultad al lateral derecho por su gran zancada y velocidad. Marcelo Bielsa ha comenzado a abrir el paso a los canteranos, cometido que todo entrenador del Athletic debe realizar sin distinción, por el limitado mercado de actuación que la política de los rojiblancos permite.
Ramalho es un inseparable de Iker Muniain, con otro récord de precocidad al sumar sus primeros minutos en partido oficial con apenas 16 primaveras. Coincidieron en Lezama, donde una nueva generación aguarda la apertura de la mentalidad que se está produciendo lentamente en Bilbao. Se trata de varios jugadores de padres extranjeros, no nacidos dentro Euskadi aunque afincados allí desde su niñez, que representan el reflejo evolutivo de la sociedad. Son el cambio que en un futuro podría abrir las puertas de San Mamés a Antoine Griezmann.
El extremo de la Real Sociedad fue una de las peticiones de Bielsa durante el verano. Su caso se estudió hasta ser descartado al nacer en Francia y no tener descendencia vasca, pese a ser un producto de la cantera de la Real Sociedad, equipo que deberá mejorar de cara a las apuestas por internet, ya que los de Philippe Montanie son colistas y este fin de semana se enfrentan al Betis, otro equipo en problemas que no gana desde finales de septiembre.
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