El Real Madrid sale con una cómoda goleada del Bernabéu mientras el Villarreal pierde en el último segundo un partido que empezó ganando.
Posiblemente las tres peores situaciones para un equipo cuando está disputando un partido es perder por una remontada del contrario, meter un gol en propia puerta y que el rival marque en la última jugada del encuentro.
El Villarreal sufrió en el ecuador de la fase de grupos de la Champions League una combinación de los tres. Aunque los de Juan Carlos Garrido eran conscientes de la dificultad de salir con algún punto del Etihad del Manchester City, una de las apuestas en la Premier League, un gol de Cani en el minuto 4 permitió soñar al conjunto castellonense, un sueño que se afianzaba por su efectivo juego defensivo.
Justo antes del descanso, Carlos Marchena, que había estado acertado en todo momento para evitar que la peligrosa máquina del City se sintiera cómoda, intentó una vez más despejar un balón envenenado dirigido a Edin Dzeko, pero en lugar de ello remató sin que Diego López pudiera hacer nada por evitarlo y el partido quedó igualado en el marcador.
En la segunda parte el Villarreal mantuvo la compostura. Roberto Mancini decidió probar con Sergio Agüero, que salió como sustituto de Nigel de Jong. El partido continuó sin un dominador claro, pero con la amenaza del gol rondando en ambas porterías.
Al final, la moneda cayó del lado del City, como adelantaban los pronósticos en apuestas, y en el último momento, cuando se cumplían los tres minutos del tiempo añadido, un taconazo de David Silva permitió al Kun otorgar tres puntos vitales a su equipo, también beneficiado por el empate del Nápoles – Bayern de Múnich.
En otras lides aparece el Real Madrid, que con el 4-0 ante el Olympique de Lyon se aleja en solitario de sus rivales en la carrera hacia octavos. Son cinco los puntos que le separan del Ajax y del equipo galo mientas el Dinamo de Zagreb sigue a cero.
Karim Benzema se adjudicó el primer gol de la noche con un balón que salió de la bota de Mesut Özil en el córner y pasó por la cabeza de cristiano Ronaldo. El Lyon en ningún momento llegó a ser una amenaza seria y sus opciones empezaron a desvanecerse definitivamente al regreso del descanso, cuando llegó en solitario por la línea izquierda del área contraria y esperó a que alguien llegase por el centro. Resultó ser Sami Khedira y no falló.
Poco después el guardameta del Lyon, Hugo Lloris, se trabó con un balón lanzado por Özil y llegó el tercero de la noche. Sin que el conjunto galo pudiera hacer nada por darle la vuelta al partido, el Madrid siguió a lo suyo y a diez minutos para el final le llegó la oportunidad a Sergio Ramos, que encañonó cuando se topó con el esférico en un saque de córner.
Toda la preocupación que se desvanece en el vestuario blanco en esta fase de grupos aparece entre las filas del Villarreal, al que le quedan tres partidos en los que está prohibido no ganar si quiere continuar en Europa.
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